MAN OF STEEL

Este viernes se estrena en nuestras salas la nueva adaptación del personaje de cómic Superman, bajo el título "El Hombre de Acero" ("Man of Steel (Superman)" en su versión original).

En esta ocasión dirige el norteamericano Zack Snyder ("300", "Watchmen"), quien ya ha abordado en varias ocasiones historias de superhéroes, y produce el gran Christopher Nolan (director y a la vez escritor en multitud de cintas como "Batman Begins", "The Dark Knight", "The Dark Knight Rises" ,"El Truco Final (El Prestigio)" o una de mis favoritas, "Origen" (Inception)).

En esta ocasión, el héroe, nacido en 1938 de la pluma de Jerry Siegel y Joe Shuster, es encarnado por Henry Cavill, un actor británico poco mediático, cuyo primer papel destacable en la gran pantalla fue el de Albert Mondego en "La Venganza del Conde de Montecristo" (2002). Si bien no fue hasta su papel en la exitosa serie de TV "Los Tudor" (2007-2010) que empezó a destacar y ser perseguido por las fans, también ha participado en cintas como "Tristán e Isolda" (2006), "Stardust" (2007) y "La matanza de Town creek" (2009).

Aunque no soy muy de adaptaciones de cómics (en las que destacan prácticamente solo los efectos especiales y toneladas de músculo y testosterona de los protagonistas), lo cierto es que el mítico personaje es entrañable de por sí; una historia con la que hemos crecido varias generaciones, y que ha sido el sueño y el modelo a seguir para tantos niños y no tan niños.

Pero, sin duda, el film promete ser apasionante; empezando por que el extraterrestre Clark Kent es, en esta versión , hijo natural de Gladiator (Russell Crowe), e hijo adoptivo de Robin Hood (Kevin Costner). Y siguiendo por su reparto excepcional, al que se unen, además de los anteriores, las atractivas pero no por ello menos talentosas Diane Lane y Amy Adams (en su papel de Lois Lane), y Laurence Fishburne (al que últimamente veíamos solo en la televisiva "CSI: Las Vegas", pero que siempre será el Morfeo de la trilogía "Matrix"). Pero es que, además, crítica y usuarios la han valorado muy positivamente, quizá por el nuevo enfoque de la leyenda, y un poco por lo que adelantaba antes (por esa nostalgia que Christopher Reeve consiguió infundir al kryptoniano más "famoso" de la historia y que Snyder ha conseguido rememorar).

Las cifras también acompañan: en su estreno en Estados Unidos el pasado fin de semana, consiguió recaudar alrededor de 90 millones de euros, convirtiéndose así en la mejor apertura de un estreno en junio de toda la historia del cine, superando al que hasta ahora tenía tal título, "Toy Story 3" (2010). Se trata del 4º mejor estreno de todos los tiempos (si no tenemos en cuenta secuelas), y por supuesto ha superado con creces a su antecesora, "Superman Returns" (2006).

Es probable que guste y arrase por todo el mundo. Aquí tendremos que esperar hasta el día del solsticio de verano para poder ir a las salas, pero ya el preestreno del pasado lunes 17 en Madrid -que contó, entre otros, con la presencia del mismo Superman (Cavill), Crowe y el director- nos dejó con buen sabor de boca.

 



Algunos de los protagonistas acudieron a la première  madrileña; en la imagen, Cavill, Snyder y Crowe.

 

Además de una recaudación récord, los expertos aseguran que el británico ha conseguido dotar de una mayor profundidad al que es uno de los grandes iconos de los Estados Unidos. Para el protagonista, que reconoce que el rodaje fue muy duro (estos días los vídeos de los severos entrenamientos a los que se sometía inundan Internet y las páginas de la prensa internacional), admite que fue un orgullo representar al personaje que probablemente le lanzará a la fama.

El film arranca con la llegada del pequeño Kal-El a la Tierra -después de ser enviado por sus padres-, que va creciendo en su granja con una aparente normalidad, hasta que descubre sus poderes sobrenaturales y la responsabilidad que tiene para con los habitantes del planeta azul. Con tintes de la televisiva "Smallville", y del largometraje "Superman Returns", el director trata de situar la historia del superhéroe de nuevo en el corazón de espectadores y, por qué no, de lectores.